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El acto institucional del 25-N y la muestra 'Del Morado al Negro' ponen el broche final a la programación con motivo del Día Internacional contra la Violencia Machista
Alacant, viernes 25 de noviembre de 2016.- La concejala de Igualdad, María José Espuch, en nombre del Ayuntamiento de Alicante, ha considerado que la gravedad de la imparables cifras de violencia contra las mujeres, con una media de 70 mujeres asesinadas cada año en España a manos de sus parejas, hace urgente que buscar nuevos enfoques y más recursos económicos para materializar el Pacto de Estado en acciones verdaderamente efectivas frente a la violencia de género.
El Ayuntamiento de Alicante ha acogido este mediodía un acto institucional organizado por la Concejalía de Igualdad para conmemorar el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en el que han participado la propia Espuch, así como la vicerrectora de Responsabilidad Social, Inclusión e Igualdad de la UA, Mª José Rodríguez y el fotoperiodista Ángel García Catalá, comisario de la muestra 'Del Morado al negro' que se ha inaugurado a continuación en la Plaza de la Santísima Faz.
Al acto han asistido los miembros de todos los grupos con representación municipal y representantes de todos los ámbitos de la sociedad civil, quienes han mantenido un minuto de silencio en recuerdo de la última mujer asesinada ayer por violencia machista en Fuenlabrada. Además, se ha presentado la campaña del 25N realizada de manera conjunta con la Generalitat Valenciana.
En su intervención, María José Espuch ha lamentado que “cada año, en España, 70 hombres matan a sus parejas y algunos, también a sus hijos e hijas. No les frena la posibilidad de un castigo, muchos después se suicidan. Nada les frena. Nada les disuade porque cuando matan están cumpliendo con un mandato de género arraigado en lo más profundo de su masculinidad: “si ya no eres mía, no serás de nadie”.
“Con estas cifras, no podemos asegurar que estemos realmente en el camino de erradicar este gravísimo problema social, pese a que en España, existe un desarrollo legislativo en materia de igualdad muy superior al de otros países de nuestro entorno”, debido, entre otras causas, a que las leyes españolas contra la violencia de género no inciden realmente sobre las causas estructurales de la desigualdad ni contemplan la violencia de género que se produce fuera del ámbito de la pareja”.
La realidad es que “no disminuyen los crímenes, sino que aumentan de manera alarmante las noticias sobre agresiones sexuales, violaciones grupales, y violencia sexual entre adolescentes que ni siquiera son capaces de identificar esa violencia que ejercen o padecen”.
Por ello, Espuch ha advertido de que “quizá ha llegado el momento de pensar qué no estamos haciendo, o qué estamos haciendo mal, de repensar los mensajes, y revisar la estrategia”.
VIOLENCIA SIMBÓLICA
“Ha llegado el momento de volver a politizar la violencia machista para que su combate no se limite a una mera repetición de condenas públicas y minutos de silencio, sin un reflejo real en las prioridades públicas, sin proyectos ambiciosos, sin la suficiente dotación presupuestaria, y, lo que es más grave, sin una estrategia clara articulada desde la profunda convicción de que estos crímenes son la consecuencia última de la desigualdad estructural entre mujeres y hombres y del sexismo de la sociedad”.
“Si nos preguntamos dónde han aprendido esos hombres que las mujeres somos objetos sexuales, o que nuestro destino es satisfacer sus necesidades vitales de cuidado, y consolar sus derrumbes emocionales, la respuesta es muy obvia: lo han aprendido en una sociedad que establece, a veces de manera sutil, y a veces de forma burda y soez, jerarquías valorativas que imponen lo masculino sobre lo femenino”.
Espuch además ha considerado necesario hacer una reflexión “como sociedad y como responsables políticos”, porque a pesar de los avances en la lucha contra la desigualdad material y legal, cabe preguntarse por la desigualdad simbólica y por los valores que a diario se transmiten y que acaban construyendo las identidades de género.
“Nos tenemos que preguntar qué hacemos desde las instituciones para luchar contra esa violencia simbólica que a veces acaba encarnándose en violencia física”. Esta, en definitiva, “es la realidad cultural que hay que abordar con valentía y con decisión, con nuevos enfoques y más recursos para concretar las actuaciones del Pacto de Estado contra la violencia de género, además de seguir atendiendo y protegiendo a las mujeres que sufren maltrato, hayan denunciado o no”.
Queda mucho por hacer: la ciudadanía tiene la responsabilidad de no mirar para otro lado, las instituciones la tienen para ejercer sus competencias en materia de igualdad y prevención de la violencia de género con seriedad, con rigor y con los recursos suficientes.
Desde el Ayuntamiento de Alicante trabajamos en esa dirección vamos a seguir, aportando nuestro esfuerzo y también “vigilando” con mucho interés las decisiones que se vayan tomando a nivel estatal, que es donde de verdad se puede dar un impulso a la erradicación de todas las formas de violencia contra las mujeres.
Por su parte, la vicerrectora de Responsabilidad Social, Inclusión e Igualdad de la UA, Mª José Rodríguez ha hecho hincapié en la importancia de la educación para eliminar la violencia de género, y ha valorado que, como en el caso del Ayuntamiento de Alicante, donde la edil María José Espuch, dirige las concejalías de Educación e Igualdad, ambas líneas de trabajo se entrecrucen para potenciar las políticas de prevención.
Por su parte, el comisario de la muestra, el fotoperiodista Ángel García Catalá, ha mostrado su satisfacción por la organización de la muestra 'Del Morado al Negro: violencia de género a través de la prensa gráfica alicantina 2012-2016”, en colaboración con la Concejalía de Igualdad y la Universidad de Alicante.
García Catalá ha puesto el acento en el poder de las imágenes para mostrar la evolución de las consecuencias de violencia de género registrada en la provincia de Alicante durante la última década, a través de una selección de fotografías de prensa expuestas en 32 lonas de gran formato.
Gracias a esta iniciativa, que permanecerá hasta el 11 de diciembre en la Plaza de la Santísima Faz, Alicante presta sus calles y los balcones de edificios emblemáticos para contribuir a hacer visible y a llamar la atención de la ciudadanía sobre el dramático y desgarrador problema social que es la violencia contra las mujeres.